Los traumas,
especialmente los relacionados con la sexualidad, impactan tanto al individuo
afectado como a su pareja, y de alguna manera, afectan a la familia completa e
incluso a la comunidad. Las tradiciones arcaicas sabían que la sanación tiene
que ver con volver a unir partes desconectadas, con un todo más grande.
Especialista norteamericana en el tema de la sexualidad herida, Anngwyn St.
Just integra en su trabajo el conocimiento médico con la educación somática y
antiguos métodos de sanación con la naturaleza.
Viaja por todo el
mundo enseñando y aplicando la Terapia de Trauma Social con orientación
sistémica creada por ella misma. Tiene una mirada amplia y muy innovadora sobre
eventos traumáticos que han impactado a naciones enteras, como la masacre de
Columbine en Estados Unidos. Y una especialización en trauma y sexualidad que
está dispuesta a mostrar en nuestro país durante su próxima visita, en el mes
de octubre.
Anngwyn St. Just es
doctora por el Western Institute for Social Research y la Universidad de California,
Berkeley. Dirige el Centro Internacional de Trauma Social de Arizona, del cual
es fundadora. Es psicoterapeuta, historiadora cultural, educadora somática y
especialista en métodos transculturales para la educación del trauma y su
recuperación. Integra en su trabajo la precisión científica con la sabiduría
chamánica, y un infinito amor por lo que hace. Es una genuina representante del
nuevo paradigma integrador de la salud que comienza a despertar en la
humanidad.
¿Después de todos estos años trabajando, cómo define usted la terapia de
trauma social?
Anngwyn St. Just, especialista
norteamericana en sexualidad herida, visita nuestro país este mes para dar un
taller sobre el tema.
Quizás debiéramos
comenzar con una definición general de trauma. El trauma médico resulta de una
lesión en el cuerpo físico, y el psicológico, de una en la mente. Estas dos
condiciones muchas veces se dan juntas, se superponen, ya que el shock
psicológico y la lesión física pueden llevar a un trauma psicológico, que siempre
tiene un componente físico y que se manifiesta como patrones de stress
somáticamente codificados.
En esencia, el
trauma es una respuesta a experiencias abrumadoras que pueden llevar a
conexiones rotas, “quebradas”. Estas conexiones representan una fragmentación
en la relación con uno mismo, como un entumecimiento, hiperactividad con
desorientación en el tiempo y el espacio, y otras formas de disociación. Se
puede experimentar también un profundo sentido de alienación, desespero y
fragmentación en relación a la familia, a otros y a la matriz mayor de apoyo de
la vida humana. Esto es similar a lo que Martin Buber llama una “herida al
nivel del ser”.
El trauma impacta
la habilidad para relacionarse, para ser padres, para aprender, ganar dinero,
tener intimidad. Y los traumas no resueltos con frecuencia son pasados a las
generaciones siguientes. El trauma puede abrumar a familias enteras,
comunidades y naciones, y también a toda la biosfera planetaria. Traumas que
afectan más allá que el nivel individual y familiar son conocidos como traumas
sociales, tales como guerras, revoluciones, represión política, terrorismo,
desastres naturales, epidemias, genocidios y hambrunas. También tenemos traumas
globales que abruman la ecología en nuestro planeta en la forma de eventos
tales como las emisiones radioactivas de Chernobyl y Fukushima, que están
envenenando el aire, la comida, el agua para beber y los océanos.
¿Cuál es la clave de la traumaterapia sexual que usted practica?
Desde la
perspectiva del trauma social, cuando se trabaja con un individuo es siempre en
el marco de un contexto mayor. Cada individuo pertenece a un sistema familiar y
esas familias pertenecen a su vez a sistemas mayores como tribus, naciones,
religiones, cultos, partidos políticos, grupos raciales. Por lo tanto, cuando
se trabaja con una persona, en realidad estamos influenciando y siendo
influenciados por estos muchos sistemas interconectados que finalmente se
extienden al espacio de algunos de los problemas actuales y pasados más
apremiantes y difíciles de la humanidad.
Cualquier
intervención que podamos ofrecer durante el proceso de un cliente individual
afectará a todos los demás con los que él o ella se haya conectado en el
pasado, presente y futuro.
El trabajo con
trauma sexual siempre incluye más de una persona, y desde una perspectiva
sistémica necesita ser entendido en el contexto de una familia y sus
relaciones. Puede haber una dinámica de víctima-perpetrador y también otros
factores, como religiosos o culturales, que tengan una influencia importante.
Entonces, para mí,
no es suficiente mirar a la persona sólo con la estructura de su sistema
familiar. También considero los factores sociales, históricos, políticos,
étnicos y religiosos.
Campos de memoria
¿Esto se relaciona con la noción de campos morfogenéticos?
En cierto modo. Los
traumas pueden ocurrir en lugares que, de acuerdo a Rupert Sheldrake, presentan
algo así como “campos de memoria”. Y entonces, en algunos casos, el lugar donde
ocurrió un trauma tiene un sentido, esto es, el hecho de que ocurra allí tiene
una razón de ser. Por ejemplo, en Inglaterra, los lugares donde han ocurrido
muchos accidentes son marcados con señales de tránsito, y se demostró que han
sido escenarios de antiguas y sangrientas batallas. Ahí queda una especie de
campo perturbado, que hace que ocurran accidentes y lesiones con más
frecuencia. Hay muchos lugares como estos y pueden encontrarse indistintamente
en casas “embrujadas”, en hospitales, hoteles, escuelas o iglesias.
En este contexto, un régimen dictatorial en el que se ha practicado la
tortura, ¿deja secuelas en términos de traumas sexuales?
Sí, definitivamente. Los torturadores
saben cómo explotar la vulnerabilidad sexual de muchas formas y esto puede
tener graves consecuencias para las víctimas y también para los perpetradores y
sus familias. Si éstas no se reconocen y no se resuelven, pueden transformarse
en implicancias que persisten por varias y a veces muchas generaciones. Estar
implicado significa que el propio destino se entrelaza con el de otra persona
del sistema. Curiosamente, los descendientes de las víctimas pueden implicarse
con perpetradores, y los descendientes de los perpetradores quedar implicados
con las víctimas. Esto se ve claramente en muchos matrimonios entre alemanes y
judíos, después de la caída del Tercer Reich, tanto en Alemania como en Israel.
Algunas personas
sólo están dispuestas a experimentar la etapa romántica de una relación de
pareja y, cuando la magia se va, se mueven hacia otro capricho, como “adictos
al romance”
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¿Podría desarrollar un poco más el concepto de implicancia, en términos
de sus consecuencias para los afectados, en especial de traumas sexuales?
Todos los sistemas
buscan el equilibrio. Todos los miembros del sistema tienen el derecho a
pertenecer, y se crean desequilibrios cuando las conexiones se rompen, cuando
personas son excluidas y/o sufren un destino difícil que no ha sido aceptado.
Para generar un equilibrio, otros miembros del sistema desarrollan con frecuencia
lealtades inconscientes y ocultas con ellos, y una tendencia a compartir un
destino similar. Esto puede ser experimentado como un tipo de posesión en el
cual la persona está “tomada” y no es libre de seguir un destino separado de
aquellos con los que está implicada. Víctimas y perpetradores también están
implicados en lazos muy fuertes, cuya influencia los afecta a ellos y a sus
descendientes. Esto tiene implicaciones obvias para traumas sexuales no
resueltos.
Sexualidad y
globalización
En su opinión ¿qué hace que la sexualidad sea un tema tan relevante en
estos tiempos, en que asistimos a un enorme destape de casos de abusos
sexuales, de pedofilia y pornografía infantil?
La sexualidad
siempre ha sido importante. Ahora, sin embargo, con la globalización y el
internet, muchos tópicos sexuales que eran tabúes o se consideraban privados
están abiertos para la discusión. Incluso temas interculturales, políticos,
legales y religiosos hoy aparecen y se debaten en el espacio público. Entre
ellos, la ética de la circuncisión en la mujer, los crímenes de honor, el rol
de los transexuales, los derechos de los homosexuales, el control de la
natalidad, procedimientos de fertilidad asistida, esterilización, practicas de
nacimiento, pedofilia, prostitución, las complejidades en relación al tema del
aborto y las transmisiones de enfermedad sexual, por nombrar algunas.
Hay más información
y muchísimo más opciones en relación a estos temas hoy en día que en cualquier
otro momento de la historia humana.
Un tema cada vez más común en estos tiempos es la dificultad para tener
hijos que presentan muchas parejas en edad fértil. ¿A qué se debe esto?
Desde una
perspectiva amplia, este fenómeno puede ser visto como un equilibrio natural en
respuesta a un problema de sobrepoblación en el planeta. Esto es debatible,
pero lo que es seguro es que hay pesticidas y productos químicos usados
ampliamente, que causan infertilidad y mutaciones genéticas. Un notorio agresor
en relación a la potencia masculina y que influye en el cáncer de mama en la
mujer es el BPA, que se encuentra en los plásticos, tales como botellas para
llevar agua, y también en la mayoría de las comidas en lata. Asimismo, se ha
reportado que el maíz genéticamente alterado y probablemente la soya contienen
un espermicida masculino. Las vacunas también han sido implicadas en estas
formas de disminuir la población, que son promovidas por varios gobiernos. Y la
radiación, en sus diversas manifestaciones, genera una amplia gama de
dificultades reproductivas. Por último, los factores sistémicos no se deben
pasar por alto.
¿Cómo afecta un
trauma sexual al ciclo de la reproducción?
El trauma impacta
la habilidad para relacionarse, para ser padres, para aprender, ganar dinero,
tener intimidad. Y los traumas no resueltos con frecuencia son pasados a las
generaciones siguientes.
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Hasta hace poco la
reproducción humana era el resultado del acto sexual. Con la ingeniería
genética y las nuevas tecnologías reproductivas este ya no es más el caso. Este
es un tópico en sí mismo que vale la pena explorar. Por ahora es importante
entender que muchas formas de trauma pueden afectar la sexualidad y la
disposición para involucrarse en actividad sexual reproductiva. Un tema
importante es la infertilidad que, desde una perspectiva sistémica, se
encuentra con frecuencia en su base con causas escondidas, como una antepasada
que murió a dar a luz o que tuvo múltiples abortos. Asimismo, embarazos
incompletos o difíciles pueden ser traumáticos para una mujer, su pareja, otros
niños y otros miembros de la familia.
Las etapas del amor
En sus talleres y libros, usted habla con frecuencia de las “luchas de
poder” entre el hombre y la mujer… ¿a qué se refiere con esto?
Las luchas de poder
ocurren cuando el asunto es quién tiene el control. Uno de los síntomas del
trauma es que la persona se siente desamparada, sin poder, y cree que tiene
pocas o ninguna opción. Este tema tiene importantes dimensiones sociales y
culturales para las dinámicas de relación, en las costumbres tribales, las
creencias religiosas, los sistemas políticos, y también para la sexualidad.
Todos estos temas están muy interrelacionados.
Y, de acuerdo con su experiencia, ¿cómo impacta esto sobre el vínculo?
La primera etapa de
una relación es la de la atracción, lo que Bert Hellinger llama “el amor a
primera vista”. Esto generalmente implica un período romántico de proyecciones
e idealización de la pareja, y es algunas veces un estado alterado. Algunas
personas sólo están dispuestas a experimentar esta etapa y, cuando la magia se
va, se mueven hacia otro capricho, como “adictos al romance”.
La segunda etapa
incluye luchas de poder y la pregunta sobre la manera en que se deben hacer las
cosas. Para tener éxito en esta fase, la pareja tiene que aprender el arte del
conflicto y el compromiso. Cada uno tiene que decir y aceptar al otro tal como
realmente es y, también, permitirse ser visto como es realmente… Esto es lo que
Hellinger llama amor a “segunda vista”.
¿Cómo trabaja usted con la sexualidad?
Este es un tema
complejo, con suficiente material para llenar varios libros, ya que soy una
especialista en trauma y trabajo con la sexualidad en un contexto postraumático
y también con la educación como herramienta de prevención para el trauma
innecesario. El trauma puede impactar la sexualidad en una serie de diferentes
formas, tales como evitar el sexo completamente, el autoabuso, los desórdenes
de la imagen corporal, una serie de acciones compulsivas y también el
involucrarse en conductas sexuales que reactúan el encuentro traumático no
resuelto.
Los traumas
sistémicos y generacionales pueden presentarse con síntomas sexuales, como
también ciertos procedimientos médicos invasivos, dolorosos, humillantes y/o
desfiguradores, que pueden impactar la sexualidad en varias formas. Este tema
también incluye el ciclo reproductivo desde la concepción hasta el nacimiento,
y el trauma puede ocurrir en este contexto.
Ya que soy una
traumatóloga social, tengo cuidado de la necesidad de incluir consideraciones
interculturales en el entendimiento y resolución de todas las formas de trauma.
¿Cómo es el trabajo experiencial que realiza en sus talleres para
procesar estos temas?
Esto depende completamente
de las necesidades de los participantes. En general, hago algunas demostraciones
clínicas de tratamientos, configuro constelaciones sistémicas y, cuando es
apropiado, propongo realizar algunos ejercicios grupales. Todo lo que hago en
el taller es opcional, y las personas tienen la libertad de participar, de sólo
observar o de salir hasta que el ejercicio haya terminado
Tomado de: http://www.revistasomos.cl/2011/11/sanar-la-sexualidad-herida/?fb_action_ids=446571898777545&fb_action_types=og.likes&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=288381481237582